“No es que no lo esté intentando… es que me estoy preparando”.

Mis cojones 33.

Suena responsable. Suena adulto. Suena bien…

Suena a “cuando lo tenga todo claro, lo voy a petar”.

Y mientras tanto, no publicas, no vendes, no llamas a nadie, no te expones.

Te quedas en el calentamiento infinito…

Como el que va al gimnasio y se pasa una hora calentando para no tocar una puta pesa.

Como si lo viera…

Te levantas. Abres el portátil. Te prometes que hoy sí.

Pero antes:

voy a mirar un vídeo para inspirarme…

voy a probar otra herramienta de IA…

voy a pulir el mensaje…

Tres horas después, tienes 14 pestañas abiertas, un documento lleno de mierda…

Y cero acciones que den miedo de verdad.

Y aquí está la trampa:

No estás aprendiendo para ejecutar. Estás aprendiendo para no fallar.

Porque cuando ejecutas y aplicas, te pueden ignorar.

Te pueden decir que es caro.

Te pueden dejar en visto.

Y lo peor: puede que te lo hayas currado mucho y aun así salga mal, y eso jode verdad…

Así que tu cabeza te ofrece un trato: “Aprende un poco más y mañana sales”.

Mañana, claro.

Mira lo que te digo:

No te falta información. Te sobra cobardía.

Mientras tú te proteges con más “preparación”…

Otro, con menos talento pero con más cojones, ya está cobrando.

No porque sepa más…

Porque se atreve a ser mediocre en público el tiempo suficiente como para volverse bueno.

Tú sigue “preparándote”, que no vas a fracasar. Vas a algo peor.

P.D. Mañana te cuento la pregunta que me hago para no volver a caer.